Para una poesía americana

Texto leído en la charla inaugural del segundo Festival Americano de Poesía en Hurlingham. En ella Facundo Ruiz y Tatiana Nascimento conversaron en torno a la premisa “Cuánto mide América. Bases, estrategias y horizontes”.

por Facundo Ruiz

Facundo Ruiz y Tatiana Nascimento en el CC Leopoldo Marechal, Villa Tesei (Hurlingham)
  1. Los loros de Hilario

Hace unas semanas, en los diarios, apareció la noticia de que Hilario Ascasubi, el pueblo bonaerense, había sido invadido por loros. Se calculaba entre 11 y 12 loros por habitante. En el pueblo de 6000 habitantes, serían entre 66 y 72 mil loros. Día y noche. Los loros se comían los cables, nublaban el cielo y no dejaban dormir a nadie. Especialmente difícil, comentaban, era cualquier cosa entre las 8 y las 12 de la noche. Como Hilario Ascasubi es también un poeta, enseguida pensé que había ahí –condensado– un preciso estado de la cuestión. Transformar el parloteo de loros en twitter, condensar en twitter las redes de una sociedad virtual (que se come los cables, nubla el cielo y no deja dormir) no resultaba el desafío, aunque era justo. No era eso. Y el problema de los loros era culpa del desmonte, otro problema. ¿Qué de la poesía, de la literatura hoy, aparecía ahí? No era un mapa claro. Y quizá fuera simple, pero exactamente eso. Hoy el mapa de la poesía, de la literatura, no es claro. Cuando Inodoro Pereira se ve amenazado por los loros, suele seguir el consejo de Mendieta, que le dice, invariable: negociemos, don Inodoro. Y sin duda, hoy el mapa de la poesía, de la literatura, hay que volver a negociarlo. Pero no creo que sea este encuentro, este segundo Festival Americano de Poesía en Hurlingham, el lugar para eso, ni su intención. En todo caso, a ninguna negociación se va sin una base o estrategia y, sobre todo, sin un horizonte de acción. Y ojalá para eso pueda servir este encuentro.

  1. Aristóteles en Bolivia

Hay una línea punteada que va de Aristóteles a García Linera. El griego dice que la poesía es, a diferencia de la historia, la que se ocupa de lo posible de ocurrir, más que de lo ocurrido; el boliviano dice que la política es, históricamente, el arte de correr el límite de lo posible. La línea punteada dice que la poesía es el arte de hacer ocurrir históricamente otra cosa. La línea punteada dice que el verso es el límite histórico que hay que correr políticamente. Esa línea punteada es cada vez más difusa. Pienso que esa imprecisión es política y artísticamente el mapa que no tenemos. Pero pienso, también, que el mapa es sólo una poética de la estrategia. Y la estrategia, una política de lo posible. Hoy parece el tiempo de lo imposible. Hoy ya nada parece como fue y todavía nada se parece a como será. Hoy, otra vez, es el tiempo del ya no/aún no. Para darme ánimo, a veces pienso que, matemáticamente, menos por menos es más. Pero política, poéticamente hoy la matemática tampoco es clara. En todo caso, pienso que ese ritmo (ya no/aún no) tendrá, tiene, la poesía del mapa próximo. Porque ese ritmo (ya no/aún no) es el de una línea punteada.

  1. América

Gramsci dice que ninguna coyuntura es enteramente coyuntural. Que en toda coyuntura residen o resisten temporalidades varias, algunas de larga data, otras próximas. Pienso que en ese elemento no coyuntural está la comunidad de partida. Y que la poesía debe hoy encontrar (inventar o atender) esa comunidad de partida. Esa temporalidad no coyuntural es hoy, para la poesía, una urgencia mucho más necesaria que la evaluación de la coyuntura. Porque ahí reside o resiste la comunidad de llegada. Esa comunidad de llegada no es una utopía. Es una hipótesis. La traducción da una idea de esto: no hay traducción de la nada, se traduce algo, y ese “algo” es otra cosa y también la comunidad de partida: esas voces, esa gente, esas ideas. Ese mapa. Pienso que la comunidad de partida es América. Y en América, los populismos. Y en Argentina, el peronismo. Y en el peronismo, el kirchnerismo. Y en el kirchnerismo, dos décadas: una que llamamos ganada, la otra –a cumplirse el año que viene– que recuerda que ninguna hegemonía es enteramente hegemónica. Temporalidades varias, elementos no coyunturales. Pienso que hoy una poesía que atienda o invente esa comunidad de partida no tendrá la forma de un mapa, pero sí dispondrá el verso como línea de horizonte. Una línea de horizonte no es una metáfora romántica ni la brillante idea de vanguardia, es lo que apenas se ve cuando se está lejos del destino pero se sabe a dónde ir. Pienso que en esas líneas de horizonte será donde se escuche la comunidad hipotética o de llegada. Que es América, otra vez, porque América siempre fue la hipótesis. Y porque ninguna América hoy es enteramente la próxima.

7 de septiembre de 2024

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